Remember when?... IIIª Parte

Así pues, ese año 1992 nos lo pasamos enterito jugando al Hero Quest, yendo de casa en casa de alguno de los tres durante las tardes de sábados y domingos, acarreando con nosotros la caja del juego, envuelta en su correspondiente bolsa de plástico que la protegía de las inclemencias del tiempo y de las miradas inquisidoras de los gitanillos y otros manguis del barrio. Creo que el Villa y yo hacíamos segundo de BUP y por supuesto, íbamos a la misma clase, así que entre semana nos preparábamos a conciencia para las partidas del sábado y domingo. Y ya por aquel entonces nos preguntábamos que sería realmente eso del rol, palabra que oíamos en algunos lugares y que no terminábamos de comprender su significado

Aunque no todo eran flors y violes, también había malos rollos, como cuando nos quedábamos sin poder jugar porque no se podía o no teníamos permiso de nuestros papis en alguna de las casas. No nos quedaba otro remedio que volver al haraganeo callejero y al fútbol en el parque con las latas y las piedras. Había que bajar de nivel pero es que no había otro remedio.

Finalmente hay que decir, que el nuevo miembro del grupo lúdico-heroquestero abandonó por un breve periodo de tiempo nuestra afición: Oscar dejo de jugar con nosotros, no me preguntéis porque, pero así fue. Aunque mas tarde volvería, ya lo veréis. Si es que la cabra siempre tira pal monte…..

Y ya a finales del mes de Agosto de ese olímpico año las cosas sucedieron demasiado rápido para que me acuerde bien como ocurrió todo. Intentaré explicarlo bien, vamos a ver….. yo estaba de vacaciones en el pueblo, periodo festivo que comprendía desde el 1 de agosto hasta el 31, la última semana del cual coincidía con las fiestas del villorrio: vaquillas, borracheras con una sola cerveza, desmadre, eneros,etc …, para lo que a la vuelta se me solían mezclar los exámenes de recuperación de septiembre (solía pringar con las mates de la Cirici y con el catalán de la Torné, XD) con los periodos de gripe cultivados durante los fastos de mi pueblo, por lo que siempre acababa suspendiendo alguna de las asignaturas. Pero ese año fue diferente, nada mas llegar creo que bajé a la calle a dar una vuelta con el Villa y este me contó que la semana anterior, él y el Miguel, se habían alcanzado hasta el Corte Inglés de Plaza Catalunya y después de haber recolectado el dinero suficiente, habían comprado un libro de rol, y el elegido por los dioses de la fortuna y del libre albedrío fue nada mas y nada menos que el : RUNE QUEST!!!!!!!! (el básico claro).

Y siguiendo la fiebre consumidora del adolescente sin vida social habían comprado también (o vendría con el libro, no lo se) los dados de 10 caras, de 20 caras, de 6 , de 8 y de 4.

Digo que ese año fue diferente a los anteriores porque si lo normal era suspender en septiembre una de las asignaturas a las que me presentaba, ese año las suspendí todas. Recuerdo que no estudié ni gota para los exámenes porque el mismo día que el Villa me revelara la noticia de la compra, me dejó el libro para que lo leyera en casa, ya que él y el Miguel lo habían leído durante la semana, así que dejé los libros de mates y los de catalán a un lado del escritorio y me dediqué en cuerpo y alma a devorar a la luz del flexo, a altas horas de la madrugada puesto que tenia el horario cambiado con tanta fiesta, ese preciado grimorio mágico que protegía entre mis brazos, con todos sus dibujos y su portada pornográfica. Ya os digo ahora que hasta el día de hoy nadie ha reparado en que a mi, personalmente, nadie me reclamó la parte correspondiente del importe del libro, por lo que me salió tan gratis lo de jugar a rol esa primera temporada como lo de repetir asignaturas durante ese año en 3º.
Jejeje, aun recuerdo la primera hoja de libro que empezaba con :”Un juego de rol es algo que va a hacer que tú y tus amigos os divirtáis……(Cierto!!!) para definir lo que era realmente un juego de rol ……Como no entendí nada pues seguí leyendo hasta el final (excepto la aventura, claro, que ya me habían aconsejado no leer, aunque si que estuve mirando los dibujos, jejejeje) y la verdad es que no entendí ni papa, tanta regla complicada, que si los percentiles, que si los D6, D4, D100+1, bonificadores de daño, que si las tablas de pífias, que coño era eso del gladius, del rapier, de la naginata, o del escudo de hebilla (siempre me he imaginado un escudo en forma de cinturón, que queréis). Pero da igual, porque leyendo las Sagas de Cormac iba pillando poco a poco el mono de probarlo y jugarlo, realizar magia, ataques contra pulpandantes, jack’osos, ¡patos!, Todo, lo quería probar todo.
Ahí empezó lo bueno, los libros de Steve Jackson y el HeroQuest habian quedado en un segundo, o mejor dicho, en un tercer plano. A partir de entonces solo pensaba en el ROL! (bueno, y en recuperar mates y catalán, XD).






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